Un espacio dedicado al diseño y desarrollo de prototipos avanzados para proyectos de I+D+I, donde investigadores, estudiantes, star up, empresas y emprendedores puedan avanzar a una etapa de validación de sus proyectos es la definición de la Fábrica Digital (FAD-D), la primera a nivel regional, que la Universidad de Valparaíso inauguró en la Facultad de Ingeniería UV.
La cita contó con la presencia del seremi de Ciencia y Tecnología de la Macrozona Centro Jorge Soto; de la gerente de operaciones del Grupo Maudau, María Fernanda Reitz; del prorrector UV Christian Corvalán y al decano de la Facultad de Ingeniería Esteban Sefair, junto a académicos, estudiantes y representantes del mundo empresarial, de la innovación y del emprendimiento.
El FAB-D, espacio que forma parte del FabLab UV, integra tecnologías para desarrollos relacionados con robótica colaborativa, impresión 3D industrial, ingeniería inversa, realidad virtual, simulación 3D y la utilización de drones con sensores termográficos y multiespectrales.
En este sentido, el decano Esteban Sefair señaló que “sabemos que el verdadero progreso poner la tecnología al alcance de todos. Desde el 2015 alojamos al FabLab como una iniciativa educativa y con una gran ambición de crecimiento, trabajando con colegios y con diversas instituciones, pero desde el 2020 decidimos como decanato darle un impulso diferente para conectarnos con la innovación y el desarrollo tecnológico, poniendo a disposición de la región todas las capacidades de este FAB D”.
Alejandro Weinstein, académico de Ingeniería Civil Biomédica y director del FabLab UV, cuenta que “como facultad decidimos adquirir tecnología de primer nivel para entregar un servicio a las empresas, principalmente de la región cuyas necesidades no están siendo suplidas, ayudándolas en su crecimiento, para apoyar el fortalecimiento de nuestra economía. Queremos transformarnos en un polo de desarrollo y de soluciones tecnológicas en el ámbito de la fabricación digital dentro de la región y luego a nivel nacional”, señala.
Una de las invitadas a la ceremonia fue María Fernanda Reitz, representante del mundo empresarial y directora del Grupo Maudau, quien destacó que “el FAB D es una oportunidad para que las empresas vean cuáles son sus propias necesidades. La gran brecha que ha existido es que las empresas no saben transmitir son sus necesidades y el mundo universitario no sabe captar esas necesidades, por eso este FAB D es un espacio llamado a unir ambos mundos creando valor y llamando a la creatividad de las empresas”.
En tanto, el seremi de Ciencia y Tecnología de la Macrozona Centro Jorge Soto señaló que “como ministerio tenemos la misión de articular y orientar estratégicamente desde la estructura pública la generación de conocimiento, la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en todo el sistema de generación y transmisión del conocimiento, lo que permite generar las transformaciones necesarias para un nuevo modelo de desarrollo sustentable y las iniciativas como éstas van en esa línea”.
Por su parte, el coordinador general del FAB D, Esteban Ruiz-Tagle mencionó que “la mayoría de las universidades chilenas y extranjeras hacen importantes esfuerzos por acercarse a las empresas y colaborar en el desarrollo de nuevas tecnologías, pero muchas veces no son capaces de concretar dicha relación o sostenerla en el tiempo. La principal razón es la falta de un modelo de negocios como el open innovation o el open business y un espacio donde se puedan encontrar libremente y ser creativos, pero también tener las herramientas tecnológicas para pasar a la acción cuando lo necesiten”.
“Por eso creamos este FAB D, un espacio abierto a todo el ecosistema de innovación, para acercar ambas partes y que encuentren aquí todo lo necesario sin necesidad de buscar fuera del país. Si funciona y es exitoso podemos exportar este modelo a otras regiones y otros países también”, añade.
Finalmente, el prorrector UV Christian Corvalán, señaló que “el FAB D propone un desafío queremos asumir colaborativamente, con la humildad de una universidad regional, pero con la grandeza que nos dan más de 70 años de estar vinculados al desarrollo de la región y más de 100 años aportando a la educación superior de Valparaíso. Este espacio debe apuntar a ser uno de los grandes ecosistemas de innovación para la zona, aportando al desarrollo económico productivo, para generar mejores iniciativas públicas y privadas que impacten positivamente en el bienestar de toda la población”.