Patricio Winckler, académico de Ingeniería Civil Oceánica, acaba de publicar el artículo “Humedales costeros en Latinoamérica. De pantanos pestilentes a lugares de valor”, en la edición más reciente de la revista Harvard Review of Latin Americ.
Según explica el académico, el artículo se generó durante su pasantía en Harvard, “cuyo objetivo fue identificar y analizar experiencias exitosas y fallidas de infraestructura costera resiliente ante amenazas costeras, de modo de definir estrategias de adaptación de la infraestructura costera existente y la futura ante estas amenazas”.
“La pasantía se desarrolló en calidad de Visiting Scholar del David Rockefeller Center for Latin American Studies (DRCLAS), posición que me adjudiqué luego de un proceso de selección entre postulantes de América Latina”, explica.
Winckler cuenta que “mi postulación fue respaldada por el Profesor Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas de Chile (2010) y por el Profesor Philip L.-F. Liu, ex vicepresidente de la National University of Singapore y Profesor Emérito de Cornell University”.
En su artículo, el profesor Winckler señala:
“Para alguien curioso por naturaleza, Harvard ofrece infinitas oportunidades para cruzar fronteras disciplinarias. Eso lo aprendí años atrás, escuchando el fantástico curso de Leonard Bernstein “The Unanswered Question” (1973), en el que valoraba el espíritu interdisciplinario en el que se funda esta universidad, y que en su caso se tradujo en obras maestras del género musical. En este virtuoso ambiente, acudo a todo curso, charla o exposición que me permita comprender los desafíos que nuestra civilización enfrenta ante los vertiginosos cambios del clima”.
“En el seminario titulado Water, Land-Water Interface and Aquatic Ecologies, le pregunto al Profesor Nicholas Nelson sobre su definición de humedales. Como un hábil practicante en la restauración de humedales, responde que se trata de sitios donde el agua está presente en o cerca de la superficie, favoreciendo el crecimiento de plantas hidrófitas adaptadas a suelos “hídricos” que se formaron bajo condiciones de saturacióny que presentan condiciones anaeróbicas (falta de oxígeno)”.
Más adelante indica:
“Los humedales brindan numerosos beneficios para la naturaleza y para los humanos (aunque la división naturaleza-humanidad es hoy un concepto en retirada). Debido a sus particulares características, los humedales costeros ayudan a amortiguar efectos como el aumento del nivel del mar y los huracanes, además de brindar “servicios ecosistémicos”, como la depuración aguas contaminadas o proveer de un hábitat propicio para la vida silvestre. Términos recientemente acuñados como infraestructura azul, verde y café (para representar el papel amortiguador del agua, las plantas y la arena), se fusionan en estos cuerpos de agua para proporcionar sistemas saludables y resilientes. A partir de la evidencia acuñada en las últimas décadas, algunos investigadores hemos visto cómo los humedales costeros se adaptan rápidamente a tsunamis en regiones tectónicamente activas. En palabras simples, estas esponjas naturales son nichos frágiles pero a la vez resilientes -dependiendo de cómo se les intervenca o preserve-, donde evolucionan ecosistemas únicos”.
Para finalizar, explica:
“Si este fuera un artículo científico, terminaría proponiendo un listado de ideas orientadas a proyectar un futuro sostenible para los humedales o sugeriría fortalecer la coordinación entre los múltiples actores involucrados en su manejo. Pero nuestros canarios están muriendo y la racionalidad tal vez sea esteril. Prefiero cerrar apelando a esa conexión ancestral a la que se refería Rachel Carson, con el objetivo de conmover a quien lee estas líneas”.
Lee el artículo completo en: https://revista.drclas.harvard.edu/coastal-wetlands-in-latin-america-from-stinking-swamps-to-treasured-sites/