El desarrollo de una Política Nacional de Desalinización, una regulación específica con criterios de localización y de justicia ambiental para el uso sustentable de la zona marítimo-terrestre y el ajuste del marco regulatorio actual para inversiones con financiamiento del Estado son algunas de algunas de las recomendaciones del informe “Desalinización: oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile”, presentado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Valparaíso.
Desarrollado por 26 autores, 43 colaboradores, 15 universidades y 3 centros de investigación, coordinados por el Comité Científico Asesor de Cambio Climático para el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el informe propone revisar los estándares de calidad de agua potable, vigilar los problemas de salud y asegurar la accesibilidad, junto con recomendar que que la desalinización tienda a sustituir o complementar otros usos.
En tanto, sobre el uso de agua desalinizada para recarga de acuíferos o restauración de cuerpos de agua degradados, el informe propone analizar el medio y los ecosistemas para generar interacciones indeseadas en el medio producto de condiciones contrastantes.
Patricio Winckler, académico de Ingeniería Civil Oceánica UV e investigador del informe señaló que buscan “relevar la visión científica de la desalinización en Chile, en el contexto de plantas que ya llevan mucho tiempo. Estamos al debe con esa opinión, por eso se trata de un informe variado, que considera la opinión de expertos interdisciplinarios, como una primera aproximación”.
“La investigación propone una Política Nacional de Desalinización, debido a que existe mucho desconocimiento de los potenciales impactos sobre el medio acuícola y de la física de los procesos que ocurren en ese medio. También hay mitos de la desalación que se intenta despejar hablando objetivamente de los impactos. El informe propone la generación de líneas base y el monitoreo de las plantas, ya que en la actualidad no existe correlación entre estas líneas y la caracterización del medio antes que se construyan las obras y cómo se monitorean”, agrega.
Su colega en el estudio, Sebastián Vicuña, profesor de la Escuela de Ingeniería PUC y director del Centro de Cambio Global señala que “la desalinización puede llegar a ser una solución, pero tiene desafíos y potenciales costos, una de las conclusiones es que era necesario tener una política a escala nacional, con bajadas regionales a nivel de las cuencas. Debe haber un rol del Estado en establecer líneas base, por lo que proponemos que se haga un programa de investigación que ayude a conocer no solo esta condición, sino también la sensibilidad de las distintas especies y los cambios producto de la descarga de salmuera”.
“El informe es un aporte desde la comunidad científica interesada en apoyar la toma de decisiones, el diseño de políticas públicas, lineamientos y la información de base para el diseño de guías y leyes que están hoy en discusión, buscando mitigar impactos, porque estos proyectos a veces son muy necesarios. No es solo un tema de cantidad o disponibilidad de agua, sino también de cómo se usa el agua de manera eficiente”, añadió.
En tanto, el seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Región de Valparaíso, Jorge Soto, indicó que “este informe genera las bases científicas que necesitamos para aportar a los tomadores de decisión, al sector productivo y a la industria. La ciencia es un motor importante para los cambios que necesitamos como país, sabemos que es un tema conflictivo, difícil de abordar, pero tenemos confianza que la comunidad científica y el sector productivo tendrán capacidad de diálogo. Todo proceso industrial conlleva un impacto, por eso tenemos la responsabilidad de desarrollar conocimiento, tecnología y políticas de Estado para enfrentar los problemas generados por el cambio climático”.
Mientras que el decano de la Facultad de Ingeniería UV, Esteban Sefair, señaló que “este informe es relevante para nuestro país porque propone integrar la ingeniería al tema de la inseguridad hídrica. La única forma de enfrentar este desafío es a través de la evidencia científica, la multidisciplina y los espacios de diálogo para avanzar no solo en cuanto a la normativa, sino también definir técnicamente los desafíos al mediano y largo plazo, considerando los fenómenos ambientales, estructurales, territoriales y sociales vinculados a esta industria en desarrollo”.
El seminario contó con la exposición de Claire Waggoner, investigadora del California State Water Resources Control Board, sobre el caso de California. Para finalizar se desarrolló un panel de discusión moderado por Dámaris Orphanópoulos e integrado por Andrés Camaño, del Comité contaminación de la Secretaría de Fondos Marinos; Humberto Díaz, gerente de ECOTECNOS y académico UV; Alberto Kresse, de la Asociación Chilena de Desalinización y Mario Besoaín de Directemar.