Estudiantes de las carreras de Ingeniería en Construcción y Arquitectura se encuentran inspeccionando cerca de 1200 viviendas de emergencia ya construidas en la zona del megaincendio de Viña del Mar y Quilpué, como parte de una asociación participativa con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED).
Los estudiantes divididos en grupos realizan una revisión completa de la vivienda, inspeccionando aspectos como uniones, sellado de puertas y ventanas, filtraciones de aire, o que las conexiones eléctricas o de aguas estén totalmente operativa. El reporte queda registrado en una Aplicación móvil desarrollada desde la propia UV.
René Menares, profesional de la Dirección Regional SENAPRED Valparaíso, cuenta que “esta colaboración se da en el marco de una asociación participativa con la UV para que los estudiantes, a través de un ramo electivo, contribuyan en la supervisión de la inspección de las viviendas ya construidas”.
“La App es una base de datos que a llaga SENAPRED entidad que luego toma contacto con las cinco empresas proveedoras que están a cargo de la construcción de las viviendas de emergencia en la zona del megaincendio, para subsanar los problemas a la brevedad posible”, añadió.
Viviendas dignas y de calidad
Catalina Araya, estudiante de cuarto año de Arquitectura, estuvo a cargo de supervisar a un grupo de primer año de Ingeniería en Construcción.
Sobre la experiencia cuenta que “el rol es revisar que todo esté bien y en correcto funcionamiento, sobre todo el tema de las filtraciones y la resistencia de las casas, pensando que son hechas de madera. También revisamos los cimientos, las instalaciones eléctricas y las cañerías”.
“Participar de esta actividad ha sido bonito, pensando que en parte intentamos ayudar a la gente para que puedan dar cuenta de todas las fallas que tienen sus casas, porque la idea es que las viviendas sean dignas y de calidad”, añadió.
En tanto, Princesa Torres, de primer año de Ingeniería en Construcción, destacó que “se trata de una muy buena experiencia, porque nos hace ver detalles en el tema de las construcciones de las viviendas y sus instalaciones, como la electricidad, las tuberías, las posibles fugas de aire o de agua, o que las ventanas y puertas estén bien selladas”.
Su compañera Matilde Cisternas enfatizó que “es una bonita actividad, porque nos ayuda a aprender temáticas de nuestra carrera, pero sobre todo porque nos permite ayudar a la gente para que pueda tener la casa en condiciones estables”.
También de primer año de Ingeniería en Construcción, Paola Navarro, indicó que “ha sido una experiencia super linda, porque en terreno se viven otras cosas, vivirlo es diferente, especialmente con la posibilidad de ayudar y aportar a la gente en lo que necesite desde nuestra especialidad”.