“A 25 años de la creación de la primera carrera de Ingeniería Biomédica en Chile”, fue el nombre del coloquio organizado por la unidad académica que reunió académicos, investigadores, funcionarios y estudiantes.
El objetivo central del coloquio fue conocer las historias, experiencias, logros y aprendizajes de un grupo de titulados, inaugurado por el director de escuela, Alexis Arriola, quien expuso los principales hitos de la carrera creada el 2000.
“Hemos desarrollado un convenio de doble titulación con Francia, contamos con el programa Doctorado en Ciencias e Ingeniería para la Salud y con Certemed, creado en pandemia. Logramos una maduración en investigación y un salto cualitativo pasando desde las tesis tradicionales a generar proyectos de largo plazo en áreas como informática en salud, ingeniería química o equipos médicos”, señaló.
“Según datos del Ministerio de Educación a 2023, el 59 por ciento de los ingenieros biomédicos del país son de la UV. En enero de este año nos certificamos por siete años y hace unas semanas fuimos la primera carrera de la especialidad a nivel nacional en ser certificada por el Colegio de Ingenieros, lo cual da garantía del aporte nuestros titulados al desarrollo del área a nivel nacional”, enfatizó.
En tanto, Pablo Roncagliolo, jefe de carrera y moderador del encuentro sostuvo que “quisimos tener un espacio de reflexión sobre estos primeros veinticinco años de Ingeniería Civil Biomédica, junto con conocer las historias de vida de quienes hace poco tiempo eran estudiantes y hoy se encuentran en el mundo laboral”.
Las personas, el mejor regalo
Como panelistas del coloquio participaron los ingenieros civiles biomédicos UV Nicolás Schiappacasse, research & development engineer en Siana Systems; Fernanda Canales, líder de Registro Clínico Interoperable en Bupa Chile y Daniela Verdejo, sales support en Philips – Sirx.
Daniela Verdejo agradeció la invitación señalando que “pertenezco a la primera generación de estudiantes que tuvo acceso a una carrera universitaria en mi familia. Al principio no fue fácil, fue un desafío complejo, incluso caótico. Pero verlo ahora en perspectiva, es muy satisfactorio lo logrado”.
“Junto con todo el conocimiento y experiencia que adquirí en la carrera, sin duda, las personas que conocí son uno de los regalos más lindos que me dejó el paso por la UV. Lo que más valoro es la conexión con los amigos, con quienes compartes todos los días los éxitos y fracasos”, añadió.
En tanto, Francisca Canales indicó que “siempre quise hacer algo relacionado a la salud, combinándolo con un tema social. Me tomé un año después de salir de la enseñanza media, porque tenía muchas preguntas en ese tiempo, pero el profesor Guillermo Avendaño (QEPD) fue clave en tomar la decisión”.
“Llegar a la meta de obtener mi título no habría sido posible sin el constante apoyo de mis compañeros y amigos, así como también de los profesores de la carrera. Nunca pensé en convertirme en ingeniera, pero me gustó mucho la profesión”, agregó.
Nicolás Schiappacasse estudió Medicina en la UV, pero al cuarto año decidió cambiar de carrera. “Soy un fanático de la ciencia ficción y siempre quise trabajar en el desarrollo de prótesis. Cuando me salí de Medicina quise entrar a una carrera que me hiciera sentido, asumiendo que mi decisión fue la correcta”.
“Ingresar a Ingeniería Civil Biomédica me hizo feliz, tanto por el trabajo que se desarrolla al interior de la carrera, como por las personas que tuve la oportunidad de conocer. Una vez escuché la frase si quieres llegar rápido a algún lado tienes que ir solo, pero si quieres llegar lejos, debes ir acompañado. Me quedó dando vuelta y creo que resume mi paso por la escuela”, señaló.